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domingo, 23 de octubre de 2011

Diseñada una piel humana a prueba de balas

En principio, arte y ciencia pueden parecer campos del conocimiento humano no muy relacionados, pero lo cierto es que existen numerosos contraejemplos para esta afirmación. Uno de ellos lo acabamos de ver en la colaboración entre un investigador de la Universidad estatal de Utah llamado Randy Lewis y la artista holandesa Jalila Essaidi.

Lewis saltó a la fama recientemente por descubrir un modo comercialmente viable de fabricar fibras de seda resistentes usando gusanos de seda y cabras tratadas genéticamente para insertar en su ADN genes de araña.

Como probablemente sepas, la seda de las arañas es una de las fibras más fuertes que se conocen (5 veces más resistente que el acero). Aunque las creadas por Lewis no llegan a alcanzar ese nivel (Lewis es optimista y cree que en el futuro podría conseguirse) son bastante más fuertes que las fibras naturales creadas por gusanos de seda ordinarios.
Durante las pruebas la bala golpea
la piel, pero no la atraviesa


Mientras tanto, a la artista Jalila Essaidi se le ocurrió que las fibras creadas a partir de estas materias primas podrían mezclarse bien con tejidos de piel humana para crear una especie de "piel a prueba de balas". Ambos personajes, mentes inquietas, colaboraron para poner a prueba esa idea de bio-arte. Lewis envió fibra creada por sus gusanos mutantes a Jalila, la cual fue injertándola entre capas de piel epidérmica cultivada en hospitales, la misma que se emplea para tratar a los afectados de quemaduras.

Una vez creada la "rejilla" piel-seda, Jalila la colocó sobre un bloque de gelatina como la que se emplea en el Instituto Forense Holandés y le disparó (a velocidad reducida) con una bala del calibre 22. El resultado es que la bala se introdujo 5 centímetros, pero no rompió el enrejado.


Previamente, la artista había disparado con un rifle a velocidad normal y la bala del calibre 22 había atravesado la piel-arácnida. No obstante, a pesar de impedir el paso de la bala, la piel transgénica no habría servido para salvar la vida de su portador, pero es un primer resultado de lo más prometedor. ¿Veremos en el futuro a personas que modifican genéticamente su piel para que hacerla resistente a las balas? No parece posible en un futuro inmediato.
El objetivo es emular la
resistencia de la seda de las arañas


Los creadores de esta piel artificial creen más bien que su idea podría servir para crear bloques de piel más grandes que los que se producen ahora en las clínicas para tratamiento de quemados, aprovechando la aparente compatibilidad entre la fibra arácnida y los tejidos humanos. Tal vez podamos incluso fabricar tendones más resistentes (el sueño de cualquier atleta) para esquivar las lesiones, aunque de momento el trabajo no es más que una prueba de concepto.


De todas formas, así funciona la ciencia, dando pasos muy pequeños. Así que, ¿quién sabe? Tal vez en el futuro los "superpoderes" no sean algo exclusivo de los héroes de los comics de Marvel.

jueves, 20 de octubre de 2011

Ampollas de Lorenzini

 Las ampollas de Lorenzini son órganos sensoriales especiales, formados por una red de canales con electrorreceptores cubiertos con una sustancia gelatinosa, encontrados en los Condrictios (tiburones, rayas y quimeras). El italiano Marcello Malpighi descubrió las ampollas de Lorenzini, que serían descritas por primera vez de modo detallado en 1678 por el médico italiano Stefano Lorenzini.
 
Las ampollas detectan campos eléctricos en el agua.  Un estímulo positivo del poro disminuiría la tasa de actividad del nervio proveniente de las células electrorreceptoras, y un estímulo negativo del poro aumentaría la tasa de actividad proveniente de las células electrorreceptoras.
Ampollas de Lorenzini 
Los tiburones podrían ser más sensitivos a los campos eléctricos que cualquier otro animal, con un umbral de sensibilidad tan bajo como 5nV/cm. Esto es 5/1,000,000,000 de un voltio medido en un centímetro de largo de ampolla. Ya que todos animales producen un campo eléctrico en la contracción muscular, es fácil imaginar que el tiburón podría captar estímulos eléctricos débiles emitidos particularmente por sus presas. Por otra parte, en tanques experimentales, los campos electroquímicos generados por presas paralizadas serían suficiente para producir el ataque por parte de tiburones y rayas, por tanto las contracciones musculares no son lo único necesario para atraerlos.
Los campos eléctricos producidos por las corrientes oceánicas que se mueven en el campo electromagnético de la Tierra son del mismo orden de magnitud que los campos eléctricos que los tiburones y rayas son capaces de sentir. De esta manera, se pueden orientar por los campos eléctricos de las corrientes oceánicas, y usar otras fuentes de campos eléctricos en el océano para su orientación local. Adicionalmente, el campo eléctrico que producen cuando nadan en el campo magnético de la Tierra podría darles pistas sobre su dirección magnética.

Tortuga de casi 100 años busca pareja para procear

Se trata del único sobreviviente puro de la subespecie de tortugas gigantes conocida científicamente como Geochelone nigra abingdoni, su nombre es "Walker" asi se lo conoce,el cual no ha logrado tener descendencia a pesar de cuatro décadas de análisis y acciones por parte de varios grupos de investigadores.

Unas tortugas hembras provenientes de la Isla Española, parte del archipiélago de Galápagos, acaban de ser colocadas en el corral de Walker.


Las nuevas compañeras reemplazan a otras dos, originarias de la Isla Isabela, que habían compartido el corral con Walker durante los últimos 20 años.



Geochelone nigra abingdoni

Con las anteriores, Walker logró aparearse en 2008, pero los huevos resultaron infértiles.

Washington Tapia señaló que la edad del ‘Solitario Walker’, que se calcula bordea los 100 años, no está relacionada con su dificultad para procrear.

En su opinión, Walker tendría una proyección de vida de 50 a 100 años más.

“Lo que menos queremos es abandonar la esperanza de lograr salvar esa especie”, concluyó el investigador.

Walker fue traído a cautiverio a inicios de los años 60. Han sido muchos los esfuerzos por lograr que tenga descendencia, pero no ha sido posible. Ahora estamos en uno de los últimos intentos por lograr la reproducción”,